Maratón de Sevilla 2018: La historia de un récord del mundo...

"Hoy es el día. Si no es hoy, ¿cuándo?"


Con esta frase se despedía esta mañana Yoli para poner rumbo a su ruta particular para seguirme por las calles de Sevilla. Y sin saberlo con el devenir de los kilómetros, esta frase ha sido clave.

Jhonny Hayes, JJOO Londres 1908
Hoy he vuelto a comprobar lo cruel que es el maratón, por eso hay que valorar y mucho llegar a la línea de salida. Y más después de haberme chocado el pasado año en Badajoz en aquel intento de récord del mundo que se quedó en un suspiro tan solo. Pero lejos de amilanarme, recomencé todo con las herramientas desgastadas e hice la tarea mejor que nunca para hoy poder plantarle cara a Jhonny Hayes y sus 2h55min17seg, el primer récord del mundo de maratón.


Pero haber sido vencido una vez te crea muchas dudas, aparte de las que ya te crea el maratón de por sí. Me había preparado para marcar un ritmo y exprimirme, pero no me había preparado mentalmente para sufrir y recibir los azotes del gigante de alquitrán. Así que tuve que estar hasta el último instante convenciéndome a mí mismo de poder hacerlo, pues era verdad: si no lo hacía hoy...¿cuándo?. Tenía 2 medias que me acreditaban y una larga lista de entrenos de calidad...pero esto es el maratón amigos y todo puede pasar.

La estrategia era clara: quiero obligarme a ir más pausado de la cuenta, coger ritmo poco a poco y clavar el paso de la media maratón para luego tener fuerzas y apretar cuando toque. Idílico, ¿verdad? Eso pensaba yo, y aunque no me lo creía ni de coña, decidí hacerlo así.


"Highway to hell" para salir y al infierno de los 42km que salían más de 13.000 personas. En el km 1 decido soltar una gracia: "¿Queda mucho?", pero me da a mí que la gente iba concentrada. En fin, fiel a mi propósito, fui echando el freno continuamente, sin dejar que se fuera escapando el crono. El primer mini objetivo era tener la media de carrera en el km 10 y sacar el martillo pilón. Se fueron cumpliendo los pasos con precisión suiza hasta la media maratón, donde el paso en 1h27min11seg me hacía presagiar que quizás me había equivocado por no ganar algo de tiempo para tenerlo en la saca. Hasta ahora ir con margen me había ayudado mucho en otros maratones, pero no podía pasar más tiempo sin estar convencido. Y aunque algo desgastado ya por el exigente ritmo, las sensaciones son diferentes a las del año pasado.

Una vez la media maratón es historia comienzan mis mejores momentos en la prueba. Quizás espoleado por el miedo a que se me hiciera tarde, noto que mi ritmo cambia, a pesar de que mi plan era clavarlo en los próximos 10mil y ver cómo podía apretar a partir del 30. Lo cierto es que me engancho a otros 2 corredores y comenzamos a rebasar a gente con suma facilidad. Voy bien, cómodo y rápido. Muestra de ello que en los próximos 5km marco 2 de ellos por debajo de 4'/km, y el resto por debajo de la media de carrera. Me iba repitiendo "cabeza, cabeza", así que suelto a mis acompañantes y le doy un puntito menos a la cosa. El tramo no solo me ha ayudado a ir bajando el crono, sino a darme sensaciones y a empezar a creerme que de verdad puedo. Buyo acaba de presentarle sus credenciales al señor maratón y va sacando pecho, así que cuidado que voy. A pesar de la confianza, mi cordura hace un nuevo llamamiento y recuerdo que aún queda un mundo y no me puedo flipar.


El peso de los kilómetros se va notando, comienzan ciertas molestias y la treintena se hace desear un poco más de la cuenta. Pero voy clavando tiempo y me llevo una sorpresa al paso por el 30: le saco un minuto y 20seg al objetivo. Comienzo a hacer cábalas para averiguar cuanto puedo perder en cada uno de los 12km que quedan. Aunque pueda dosificar, nunca se sabe si será suficiente, porque el maratón cuando atiza lo hace de verdad. Llegamos cumpliendo al km 35. Estoy aguantando el tirón de los kilómetros traicioneros, pero pasando por plaza España: traquido en el isquio de la pierna derecha que me hace encoger hasta la pierna. Ha sido un aviso de que el maratón puede hacer de las suyas. La salida de plaza a España y el giro en busca de la Giralda no me sientan muy bien y comienzo a ir muscularmente muy a lo justo, pero, ¿qué esperaba?. Desde hace unos kilómetros voy forzando para mantener el ritmo y el peligro de quedarme fuera de combate estaba ahí.

El muro cuando atiza...

Y llegamos al maratón de verdad. El muro aparece y se me antoja demasiado largo lo que queda manteniendo el ritmo. He ido dejándome todo para llegar aquí y sigiloso y sin darme cuenta me atiza marcando el km 37 a 4'23''. ¡No podía ser! ¡Si no había bajado tanto el ritmo! Y en un cálculo instantáneo me doy cuenta que eso podía ser el principio del fin y el objetivo se escaparía inexorablemente. Así que lamento ser tan vehemente, pero solté: ¡Un carajo! Y comencé a apretar maldiciendo al maratón y repitiéndome la frase con la que comenzaba el día: Si no es hoy, ¿cuándo?. Y tal fue la reacción que el siguiente km lo marqué a 3'58''. Tal y como me abofeteó el maratón le devolví el guantazo con la mano abierta. No tenía ninguna intención de dejar mi grandeza a falta de 3 asquerosos kilómetros. Así que tras la reacción, sigo apretando para poder mantener el ritmo. 


Tras la única cuesta de la carrera enfilamos el puente de la Barqueta repleto de público donde espera el km 40 y es el que decidía. Km 40 y le paso el testigo al Buyo al que escribía antes de viajar a Sevilla en 2h45min28seg. Venga...remátalo tú, solo sigue la línea. Y es que el camino hacia los sueños, estaba pintado de verde.


Ya nada podía pararme. Estaba en tiempo, iba adelantando corredores continuamente y Yoli me estaba esperando justo antes del km 41. Se te ha hecho tarde amigo maratón, lo siento por ti. Diviso en la distancia a Yoli mientras voy sonriendo y asintiendo. Esta vez sí. El último km lo hago como puedo, pues desde hace unos cuantos los músculos ya amagan por subirse a pares. El caso es que los últimos vistazos al reloj no me dejan nada tranquilos y me obligan a ir apretando hasta la misma línea de meta. Con la "W" marcada en mis manos, entraba en meta en 2h54min38seg y conseguía mi ansiado y deseado "World Record", batiéndolo en 39seg. Y no solo eso, sino que he conseguido mi MMP recortándole 2min 50seg a la anterior. Sin duda alguna, hoy era el día.




Así doy por cerrado el reto que me lanzó mi amigo Jesuli (que no se te ocurran más cositas ¿ehn?). Nos ha quedado bonito al final...

Para los amantes de los números: tan solo dejé un km por encima de 4'12'', el fatídico km 37 en 4'23''. La primera media realizada en 1h27min11seg y la segunda prácticamente idéntica 1h27min27seg. (como le gusta al míster Ale).








Comentarios

  1. ¿Queda mucho? ¿En serio? Jajajajajaja ¡Eres un crack! ¡Enhorabuena! ;-)

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    1. No me hicieron mucho caso...la gente va muy tensa...XDD...muak!

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  2. Enhorabuena compañero, gran registro!!!! y encima mejor marca personal!! La marathón es la más grande de las aventuras para los q amamos el atletismo. Encantado de compartir carreras contigo!!

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    1. Hola Manuel! Creo que tú también estuviste por allí! Pero seguro que cerquita de los keniatas. Espero que te saliera una buena carrera. Llevas razón: Que nos gusta un maratón. Un saludo!

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